ESPUMA DEL TIEMPO
(de Julio Gallego)
Espuma del tiempo es un poemario de una exquisita elaboración: Sonetos con esa frescura de un lenguaje abierto, versos breves invitando a la lectura pausada, a paladear la palabra y a respirarla como una necesidad.
Posee una riqueza de imágenes literarias que produce en el lector, en la lectora, ese estado anímico de catarsis, para visualizar la fuerza natural, personificada en los sentidos del poeta, que recrea un lenguaje erótico: Ojos que cantan, labios que llaman, pelo que atrapa, dedos que saltan…
El hilo conductor, desde primer poema hasta el último, es el amor erótico que vive en plenitud. Para ello, el poeta nos hace cómplices y partícipes de sus actos, nos muestra los secretos escondidos en ese mundo interior de la naturaleza humana: Llévame donde dormidas, reposan las palabras.
El amor erótico exige calmar su ansía de amar carnalmente .Pero, el poeta
tiene la necesidad espiritual de sentirse unido al universo para poseer toda su vitalidad: mañana será el cósmico y eterno/ choque de los cuerpos/ ¡fin de la espera/final insospechado de tu invierno/ inicio ansiado de mi primavera./
Por fin, se produce el encuentro en la orilla de la mar. El lecho de la noche estrellada se derrama entre los cuerpos. Es Eros cómplice con Morfeo del despertar carnal de los amantes. Y los cuerpos entregados: brincaron como potros,/ al galope, bermejos, avarientos,/
Demuestra el poeta: Que el amor es quien perdura en el tiempo. Fijaos, en esa estrella: / Nova es primavera que renace en el Alba/. .
Nos dice: Este amor erótico es extraño porque galopa en la mañana, ávido de horizonte, fugaz como la vida, pero trasciende cuando germina. Porque los amantes, callados, esperan la lluvia para brotar unidos.
El lector/ la lectora te agradecerá, como yo te agradezco, a ti poeta, la vitalidad de tus sentimientos, esa valentía cuando te rebela a esa esperanza inmóvil con estas palabras tan bellas
Esperas que no esperan, que no aguantan/ que abandonan el pecho y amenazan/ con romperlo y, con inundar las tierras/- y aún las aguas- de sangre, hasta encontrarte./:
Y cuando tomas conciencia del oficio de poeta, cuando sientes y nos dice: / y sobre todo: ¿Qué hago/ con tantas preguntas?/ Para aceptar la poesía, sabiendo que te hace cautivo de ese amor vital, erótico: …tú me has cubierto/ de ti, has calado y hecho cautivo/ de tu agua viva mi mañana incierto;/
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Por qué -Espuma del tiempo- Julio Gallego, poeta, nos lo desvela, cuando descubre que hay un Tiempo del olvido. Ese tiempo que no avanza, y que le deja siempre los recuerdos.:/Dónde están los motores/ para avanzar el tiempo?/ ¿Dónde los borradores/ de recuerdos abiertos?/
La espuma es la fugacidad de la vida, pero, el tiempo queda, como memoria, como descubrió María Zambrano, grabado en las piedras.
También, para el poeta Emilio Prados, que fue conciente, que su alma era una página en blanco en donde se escribía los sentimientos como huellas indelebles, para vivir siempre en el olvido que no se olvida.
Y Julio ha bebido de esa fuente, sabedor de la necesidad de persistir, nos dice: /No te lleves/ el espacio y el tiempo/ si te vas/ devuélveme/ lo que pudo haber sido/. :
La opción de Julio gallego es: el amor erótico que se cuela por los sentidos, para decirnos: /Me gustas blanca/ blanco por dentro;/ guardando un blanco/ que no es color/ sino indulgencia/ Porque su amor entra del cuerpo al alma, sale del alma al cuerpo, está muy vivo.
Y, como declara el autor del prólogo de este poemario, D. Evaristo Martín Nieto, que es hombre de cultura renacentista: Julio Gallego, con este libro, entra, con todas las de la ley y con sobrados méritos, en el sublime mundo del Parnaso.
Enhorabuena, Julio, por este reconocimiento de poeta, palabras que quedan escritas por este hombre tan sabio. Yo las asevero.
José Marcelo
(Poeta)